Abstract
Las famosas ventoleras decembrinas de Barranquilla y Cartagena no solo sirven para mitigar el calor o de inspiración para creaciones musicales y literarias –como la novela En diciembre llegaban las brisas, de la escritora barranquillera Marvel Moreno–. También son una fuente de energía poco utilizada y sin mayor incidencia en la vida de los habitantes de la región. Hasta ahora.