Abstract
Cuando sus abarcas de tres puntá pisan el cumbiódromo de la vía 40, Manuel Matute mientras escucha los aplausos del público olvida sus 73 años y siente que regresa a 1982, año en que las Farotas de Talaigua participaron por primera vez en el Carnaval de Barranquilla. Aunque en ese momento el campesino tenía 39 años y la madurez propia de un hombre con familia que hacía tiempo labraba la tierra, nada le servía para evitar sentirse nervioso y sobrecogido por la multitud que gritaba desde los andenes en la Batalla de Flores de ese Carnaval del cual guarda profundos recuerdos.